blogs 2005

20.7.04

“Si tiene un modem, yo tengo una opinión” (¿Son los blogs el periodismo del futuro?)

 
La propagación del fenómeno ‘weblog’ o bitácora ha desencadenado un debate sobre el papel de los periodistas en los nuevos medios digitales. El internauta no sólo acude a las noticias que ofrecen los periodistas, sino a la que ofrecen el resto de sus ‘pares’. Los periódicos digitales no se han mostrado insensibles y se están abriendo al formato de la bitácora. Así,  prolifera por todas partes tanto periodistas que cuentan con sus propias bitácoras como diarios que  incorporan bitácoras  en sus ediciones digitales. 
 

Sin duda, una de las innovaciones más dinámicas del ciberespacio y del género del diario, desde el punto de vista del periodismo, es la bitácora o ‘weblog’o, más breve aún,‘blog’. Se trata de un diario electrónico de observaciones personales que permite la interacción con sus lectores.
 
Desde su “Big Bang’ la blogosfera no deja de extenderse por todo el universo internético. Sólo en Estados Unidos se estima que el número de ‘blogueros’ puede alcanzar el medio millón.
 
El bloguero típico expone sus distintas opiniones sobre distintos temas. Un buen ejemplo, es el la bitácora de Oliver Willis,   "Like Kryptonite to Stupid," donde analiza, entre otros variados temas, aspectos de política internacional, deportes o la “virginidad” de Britney Spears.
 
Todo bloguero que se precie enlazará con otros sitios que permitan contextualizar su entrada o ‘post’.José Cervera , uno de los más prestigiosos blogueros españoles pone el dedo en la llaga: “La existencia de un nuevo tipo de sistema de publicación ha dado lugar a la aparición de un género nuevo, lo cual es interesante en sí mismo. Pero lo más interesante para mí son las ganas de publicar, de tener voz, que tiene la gente”.
 
Y esta voluntad de participación no cesa de propagarse. Según un informe del Media Center del Instituto de Prensa Americano, para el 2021 serán los propios ciudadanos quienes elaboren el 50% de la información que consuman.
 
 
Observa que Glenn Reynolds, que es catedrático de derecho y conocido como el ‘Blogfather’ en la blogosfera estadounidense con su bitácora InstaPundit.com, visitada diariamente por unos 100.000 lectores, que ‘antes los periodistas y los ‘popes’de los medios podían darse ínfulas sin que nadie les tosiese, pese a lo ilógico de algunos de sus razonamientos o a la falsedad de algunos de los ‘datos’ de apoyo. Ahora los artículos de opinión de los diarios dominicales ya se han mirado con lupa el sábado por la noche a las pocas horas de su aparición en las páginas web de los periódicos”.
 
 
Estos improvisados e independientes críticos de los medios día sí día no ponen en tela de juicio la información los métodos de algunos de los principales medios como The New York Times, afirma Reynolds.
 
El fenómeno está poniendo nerviosos a los grandes medios. Prueba de ello es que algunos de sus representantes han saltado a la arena para defender sus posiciones. Por ejemplo, Patricia Fernández de Lis, de EL PAIS Negocios, se convirtió en la defensora del periodismo realizado por periodistas en el último congreso del periodismo digital español y entró al trapo señalando que “muchas de las ventajas que tienen los 'blogs' no son tales, como por ejemplo la falta de intermediarios”. Sin embargo, los periodistas de medios tradicionales están comenzando a reconocer la influencia y el potencia de este nuevo medio.
 
Para Núria Almirón lo mejor de un weblog “es la perspectiva personal de quien lo confecciona. Una perspectiva no coartada por criterios editoriales corporativos ni sujeta a tics de autocensura, tan habituales en los periodistas de redacción”.
 
 

Blog y medio de información digital son dos cosas diferentes
 
Jose Luis Orihuela , profesor en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra y él mismo animador y editor de varios ‘blogs’ considera que éstos, “como los procesadores de texto, son herramientas que facilitan las tareas de escritura y publicación, pero no convierten a sus usuarios en escritores ni en periodistas. Un weblog puede ser literatura o periodismo, pero no por ser un weblog”.
 
"No creo que los 'weblogs' se deban limitar al periodismo, es la semilla de algo más importante, de una revolución en marcha", aseguró José Cervera, creador de Perogrullo, quien ve en Internet el paso de la propiedad de los medios”. Cervera piensa que “un 'weblog' no pretende ser un periódico". Frente a la Red, los medios de comunicación tradicionales "tienen limitaciones y esclavitudes; satisfacen un poco a cada uno y no logran satisfacer del todo a nadie".
 
Juan Carlos Escudier, director adjunto de El Confidencial, cree que “vivimos una Ley seca en la información, un gran recorte de la libertad de expresión” y que el único recurso disponible es “Internet, debido al férreo control de los medios". Los 'weblogs', según Escudier aparecen para suplir una carencia de los medios de información.
 
“En estos momentos mucha gente que no es periodista está haciendo periodismo en los ‘blogs’ y excelente. Son muy bienvenidos quienes hacen periodismo en los ‘blogs’, pero no son tantos, es una minoría. La mayoría está haciendo apenas opinión”, según Rosental Alves, profesor de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
 
Las bitácoras han consolidado la comunicación bidireccional entre el periodista y el lector, lo que ha forzado a los medios de comunicación tradicionales “a ser más responsables con sus lectores y a tomar más en serio a estos 'nuevos medios'”, para decirlo con las palabras de  Heather Sommers.
 
 
Algunos profesionales de los medios de comunicación parecen haber comprendido que con Internet las reglas del juego han cambiado. Ahora cualquiera tiene, gracias a la simpliciad de uso de la bitácora, la posibilidad de convertirse en fuente. El periodista de  ‘barrapunto.com’, Javier Candeira, afirma que “si sabemos escuchar a nuestros lectores (que en el 2004 tienen e-mail, chat, acceso a blogs, quizá incluso su propio blog) los que trabajamos en los medios podremos hacer mucha mejor información. Nosotros ya no somos “la” información. Tan sólo somos uno más de los que hacen la información, junto con Repsol y Pepita Pérez”.
 
 
Sin embargo, la credibilidad periodística de las bitácoras dependerá ¿Qué fiabilidad ofrece la información que proporcionan las bitácoras? Fundamentalmente la fiabilidad de los enlaces a las fuentes de la información. Un medio digital no es garantía de periodismo como tampoco el formato weblog. El periodismo se caracteriza por la conjugación y declinación de elementos que le confieren su credibilidad.
 
De acuerdo con Octavio Rojas, un ‘blog’ escrito con una intención claramente 'autopromocional' no funciona : “Ante un universo tan grande de opciones para informarse, la credibilidad será vital para mantener a un público fiel”.
 
Si el fenómeno del blog no puede explicarse por sus características intrínsecas habrá que pensar en otras hipótesis de trabajo. Se me ocurre que el malestar del ‘establishment’ periodístico ante Internet se debe a que durante casi un siglo, los principales periódicos y más tarde las cadenas de televisión son las que han marcado y conformado los principales temas de interés de eso que se conoce como opinión publica. Muchos no han dudado en relegar a un segundo plano su deber con la ciudadanía por sus intereses políticos o empresariales. Ese poder acumulado por los medios tradicionales como instancia de intermediación y de regulación de la información es  el que parece erosionarse con la irrupción de Internet y la voluntad del ciudadano en hacer oir su voz directamente.
 
 
Y es que gracias a una revolución tecnological como Internet  se ha podido ampliar el círculo de los sujetos que conforman la opinión pública con el fin último de incorporar precisamente a la ciudadanía.
 
 
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Ahora que las fuentes emiten (por la Red), ¿qué papel tiene el periodismo?
 
 
 
No parece probable no obstante que los ‘weblogs’, , como dice Reynolds, supongan el fin de los medios tradicionales como la Reforma de Lutero tampoco supuso el fin del papado. Sin embargo, la Reforma si que supuso el fin de la noción de la infalibilidad de la autoridad papal. Lo que sí es probable es que el fenómeno anuncie el fin del enorme poder del que han disfrutado los grandes medios  de comunicación, porque muchos ciberciudadanos son conscientes de que pueden, no sólo ejercer el periodismo, sino a veces mejor que muchos sanedrines de la profesión.
 
Pero los medios de comunicación pervivirán, siquiera sea porque añaden un valor que el lector demanda como una mayor cobertura de temas y la jerarquización de los temas y las noticias.
 
El futuro tal vez pase por una ecología de la comunicación, donde los pequeños, los medianos y los grandes cohabiten el territorio estableciendo relaciones enriquecedoras para todos.
Algunos medios ya lo practican e incluyen ‘blogs’ e incluso un espacio que sirva a los ciudadanos como plataformas de distintos tipos de iniciativas sociales y políticas, como es el caso de la ‘repubblica.it’. Muchos son los periodistas y medios que mantienen un ‘blog’ para aprovechar el ‘input’ de sus lectores.
 
El profesor Alves considera que el fenómeno blog ejerce una muy buena influencia sobre el periodismo: “Lo más importante de los blogs es mostrar a los periodistas una forma nueva de comunicarse en Internet que puede ser utilizada dentro de los patrones del periodismo”
 
En cuanto asesor de periódicos, Alves les recomienda que “hagan blogs”, que absorban las características del blog, las mézclen con las características del periodismo e utilicen ese e formato. “Hay muchos formatos en el mundo que lo están intentado con éxito”. Por ejemplo, los columnistas. “¿Qué es el blog más que el formato ideal de una columna para Internet?”.
 
El nuevo lector no es un usuario pasivo. No va a los medios a conocer a informarse y conocer por su ‘conducto’ la realidad. El nuevo lector sale a la Red a lanzar sondas, auscultar ruidos y observar síntomas para establecer su propio diágnóstico. Los medios tradicionales seguirán su curso, pero serán la voz de ciertos estamentos, el aliento de determinados grupos.
 
Sin embargo, como dice Candeira ,“los críticos de este modelo parecen olvidar que el sistema moderno no elimina por completo el anterior. Así que tenemos a los soldados haciendo fotos (que, recuérdese, no son 'periodistas'), y a Seymur Hersh escribiendo una serie de reportajes de alcance en The New Yorker. Entre medias hay muchos periodistas del tipo antiguo y del nuevo, columnistas de opinión, reporteros de calle, presentadores de telediario”.
 
Reynolds, refiriéndose a los grandes medios de comunicación estadounidenses, señala que “desde hace años se encuentran en una fase decadencia, justo en el momento en que los lectores emepzaron a ser conscientes de que la información que se les transmitía estaba sesgada o no era digna de crédito”. Esa desconfianza, aunque es comprensible, puede ser un factor positivo a la larga.
 
En esto, como en otras disciplinas, la competencia y la observancia estricta de las normas de la profesión serán los factores que permitan asegurar la perdurabilidad del periodismo.